La catedral de un solo hombre



 

              Esta es la catedral de un solo hombre. Se encuentra en Mejorada del Campo, a veinte kilómetros de Madrid. Su constructor se llama Justo Gallego, un campesino de ochenta años al que la tuberculosis no le dejó ser monje. En los terrenos que había heredado de su familia decidió, hace cuarenta años, construir el sólo una catedral con materiales reciclados: ladrillos, bidones, tuberías, ruedas de bicicleta. Sin planos, sin permisos de nadie, sólo con el ideal dibujado su cabeza ha construido un eco-templo original y desafiante dedicado a la Virgen y curiosamente en una calle que se llama Antonio Gaudí. En la web oficial de Mejorada no se menciona a don Justo. Sin embargo el tema tiene sitios en Internet en inglés y alemán hasta que un anuncio de Aquarius lo dio a conocer en televisión. Luego se ha vuelto a olvidar. Las autoridades civiles y eclesiásticas no saben qué hacer con la catedral de don Justo. Él dice que es una cuestión de fe y de constancia. Cuando fui a visitarlo me dijo: “No lo entendéis porque perdéis mucho el tiempo en tonterías”. A él la guerra civil no le dejó estudiar. Pero un hombre es del tamaño de su sueño; no de sus estudios, ni de sus papeles o permisos, ni siquiera de que le hagan o no caso los demás, que en Mejorada le llamaban “el loco”. La “locura”, el sueño de Justo es mayor que todo eso, es del tamaño de una catedral.