El fotógrafo
El fotógrafo mira a la vida, y la vida le mira a él. ¿Quién dispara realmente las
fotografías? Nosotros las guardamos en álbumes para atrapar la imparable corriente
de la vida sobre cartulinas de dos dimensiones o ahora en archivos digitales. “¡Qué
joven estaba entonces! ¡Mira en esa a papá cuando conoció a mamá! ¡Quién lo diría!”
Pero ¿y las fotos que nadie hace? ¿Se quedan en algún remoto archivo astral donde
se van depositando nuestras risas, nuestros amores y nuestras lágrimas? Quizás un
dulce ojo que vigila amorosamente cuanto sucede guarda nuestras fotos para comentarlas
en la mesa camilla el día feliz del encuentro. Entonces nos veremos como realmente
somos. Eso y mucho más pensó el fotógrafo el día en que por azar fotografió su propia
imagen en el espejo.