La gramática del amor
«Y
el hombre dejará a su padre y a su madre, y vivirá con su mujer, y ambos serán
una misma carne». Fuerte la expresión de la Biblia en todos los aspectos, en su
componente sexual y espiritual. Quizás la primera parte, como esa pareja de la
foto, es fácil al comienzo, así, contemplando la puesta de sol entrelazados,
cuando el enamoramiento reviste de irisaciones a la persona del otro y los
sueños de futuro iluminan el presente. Pero, ¿y luego? ¿cuando disminuyen las
fuerzas, la vida y sus problemas endurecen los corazones y hasta la comunicación
resulta difícil? Entonces se percibe mejor la diferencia entre el enamoramiento
pasajero y el amor de verdad. Pues «por lo que tiene de fuego, suele apagarse el
amor», decía Tirso de Molina. Y por lo que tiene de entrega suele avivarse el
amor, ya que, como dice Ignacio de Loyola, se demuestra con las obras más que
con las palabras, y porque, como dijo no sé quién , «la igualdad no es una
regla en la gramática del amor», ya que el amor puede esperar siempre, incluso
cuando la razón desespera.