Las palabras calladas

Comentarios y reseñas

 

 

ECCLESIA



Diario de María de Nazaret

De María, la madre de Jesús, cuenta el Evangelio unas pocas cosas, estrechamente relacionadas con la infancia de su hijo, pero Lucas añade que guardaba muchos recuerdos en el corazón. Pocas veces  un silencio ha dado pie a tanta literatura, una puerta tan entornada ha sido franqueada tan a menudo por la imaginación creadora de poetas y novelistas. Ya se sabe lo que ha dado de si, en la festiva Navidad o en la dramática Pasión, esta madre tan callada. Callada, pero más
pregonada que ninguna. Muchos escritores se han propuesto rescatarla de su silencio, y así lo acaba de hacer también Pedro Miguel Lamet con Las palabras calladas (Belacqva, Barcelona, 2004), con este «Diario de María de Nazaret». Es decir, le pone voz precisamente a todo cuanto «guardaba en su corazón».

Se enfrenta Lamet a un riesgo literario que sabe resolver con amenidad narrativa, entrañable sensibilidad y absoluta fidelidad al Evangelio. Reconoce el autor que el libro le «ha salido del alma». Y no se trata del lógico entusiasmo que despierta la última obra, pues al leerla se va descubriendo lo a gusto que se ha sentido prestándole a María su palabra poética, recreando ambientes, paisajes y entornos espirituales, contando incluso alguna leve situación de tono novelesco. Pero sobre todo viéndose ella reflejada en las parábolas, comparaciones y ejemplos que utilizaría Jesús. Porque, como anticipo de lo que se lee en el Evangelio, el trigo y la cizaña, la tela nueva y la vieja, la levadura y la masa son experiencias de vida que ella transmite a su hijo de niño. Como también el leproso es una historia que le cuenta un día y la oveja perdida una aventura que su hijo vive una vez con un pastor.

Quiere esto decir que este diario de María, escrito en primera persona, es a la vez, como reflejo, una especie vida de Jesús sentida y contada por su madre que sabe, desde que el ángel le dijo «Hola, Maria» y le anunció su maternidad, que «Dios ama lo pequeño y cuando nace una flor es primavera en el universo» «que venía un tiempo nuevo en que la historia se leería desde abajo». Así habla Maria en este libro, con la voz poética de Lamet, pero sin dejar de sentirse enamorada, ni de disfmtar del poniente, ni de ver cómo Jesús va creciendo. Creo que ha empleado Lamet este lenguaje más que como recurso de aproximación a la sensibilidad de María, para seguir la estela salmodiada del Magníficat, para decir con alta dignidad expresiva cómo vivía por dentro esta mujer, para brindarle su mejor tono.

Me pregunto si el libro es novela, biografía o meditación. Y algo de todo esto tiene. <las incursiones de Pedro Miguel en el relato histórico orientan sus capítulos hacia lo narrativo. De hecho, su buceo en el contexto bíblico y los espejos en que pueden leerse destellos de Jesús, proyecciones de su vida pública, forman parte de la inclinación novelesca, lo mismo que otras situaciones muy bien traídas. Pero este diario es, sobre todo, una estampa biográfica de María, un autorretrato, que hace un esfuerzo por traducir su intimidad. También Las palabras calladas se muestran como una persuasiva invitación a des cubrir que Dios se fija en los humildes para enaltecerlos. Libro poemático en su concepción, se lee con gusto, como una novela, aunque se parezca a un evangelio escrito sobre lo que calla el Evangelio, pero siéndole fiel. •

José Antonio Carro Celada

ECCLESIA, NÚM 3,215, 24 de julio de 2004, pág. 15.

 





 

 

 

 

 

 

  ALFA Y OMEGA


 

Lo que María guardaba en su corazón

Título: Las palabras calladas. Diario de María de Nazaret
Autor: Pedro Miguel Lamet
Editorial: Belacqua

El padre jesuita Pedro Miguel Lamet, escritor y poeta acreditado con una amplia bibliografía dedicada a muy diversos géneros, nos sorprende ahora con una incursión en la literatura espiritual, sin entrar propiamente en lo que se ha denominado la novela de tesis. Es este libro un relato intimista, glosa de la espiritualidad mariana y mariológica, que recrea los momentos y los tiempos del Magnificat. El estilo periodístico, la eficacia en la descripción de los ambientes y de los estados de conciencia, el Evangelio al fondo y a la forma, hace que esta novísima incursión nos ayude a orar con y desde la Virgen María. No cabe duda de que la metodología de san Ignacio, que nos habla de la inmersión en el contexto de la historia evangélica, de la imaginación de los tiempos y de los relatos, y el protagonismo de cada uno en esa circunstancia, hacen que Pedro Miguel Lamet se consagre en un género que para algunos puede ser calificado de espiritualista y que, sin embargo, ayudará a muchos cristianos a tener su corazón más cerca de los de Jesús y de María.

José Francisco Serrano

     ALFA Y OMEGA, N.409, 1 de julio de 2004.

 

 VIDA NUEVA


 

 

 

Libros recomendados

Y cómo no terminar recomendando un libro de calidad para aquellos que deseen

combinar la profundidad del espíritu religioso con la delicia de lo poético: Las palabras calladas, Diario de María de Nazaret (Belacqua), de Pedro Miguel Lamet, nos acerca a la figura de María de un modo nuevo.

 

El autor reconstruye, en forma de diario, la intimidad, el misterio, la hondura de una persona, mujer y madre, cuya vida está tejida de silencios en la Biblia.

Los títulos de los capítulos, —“La ventana’;“El novio’; “El anuncio’; “La visita’; “La duda”, “El niño’; “La ley’; “El exilio’; “El regreso’; y así hasta veinte retazos de intimídad — preanuncian el fragmento de vida que se nos ofrece, desgranando su evolución  a medida que vive, convive, observa y contempla en su interior.

 

Al autor, periodista, profesor, escritor de amplios registros y numerosas publicaciones, estas Palabras calladas le han salido del alma, y se nota. Él mismo explica que ha intentado “reconstruir su rostro [de María] en el alma de cada uno a partir de las referencias bíblicas y el fruto de la propia contemplación” Y así ha pintado con palabras lo que María guardó en su corazón, recreando, desde la fe y la historia, la humanidad de la madre de Jesús.

 

Ninffa Watt

 

VIDA NUEVA, n. 2.433, 17 de julio de 2004

 

 

 

FRONTERA

PASTORAL MISIONERA


 

 

CIEN POR CIEN SUGERENTE

 

He aquí un libro cien por cien sugerente, ameno, rebosante de ternura, poesía y fe. Un libro que es también oración, meditación “contemplación para alcanzar amor”. ¿Un libro más sobre la Virgen en María? Pues, no. Al menos no del estilo dulzón, vacío y ñoño, cargado de alabanzas y aplicaciones morales que tanto se han prodigado en la literatura religiosa y que en vez de revelarnos quién era María de Nazaret nos la escondían bajo tantos atributos solemnes, coronas y oropeles regios.

Aunque escrito en primera persona, como un diario, el libro no pretende trazarnos el perfil biográfico de María ni esclarecer científicamente su figura histórica, como actualmente se intenta hace con el Jesús histórico.

La pretensión del autor es muy otra. Trata de reconstruir, de recrear literariamente el rostro de María en cada uno de los lectores, ya sean creyentes o agnósticos. Y ello desde su intimidad, desde una aproximación reverente a los recuerdos que, según Lucas, María “guardaba en su corazón”. Todo un atrevimiento ciertamente —un “salto mortal”, confiesa el autor— por adentrarse en la subjetividad de María y decirnos las “palabras calladas” durante los treinta años vividos con Jesús en Nazaret.

Para este fin, el autor ha sabido conjugar un conjunto de elementos personales que ya ha demostrado poseer con creces en anteriores escritos. De una parte, su condición de narrador y de poeta,  sus dotes de investigador y de periodista; su temperamento artístico. De otra, sus conocimientos de mariología y de exégesis bíblica y sus informaciones geográficas, arqueológicas y ambientales de época. Detrás, pues, de cada narración, diálogo, personaje ficticio o reconstruido, junto a su fe cristiana y su devoción mariana aletean todos estos datos, aunque no figuren en notas a pie de página.

Creo que el autor ha conseguido su intento y nos lo transmitido con convicción. Como él, deseo que esta simbiosis de creación literaria y de clara inspiración evangélica ayude a hacer más inteligible, humana y cercana la apasionante figura de María.

Josep A. Comes

FRONTERA / Pastoral misionera, n.31, julio-septiembre 2004.

 


 EPHEMERIDES MARIOLOGICAE


Bene scripsisti de me

Refiere S. Antonio María Claret que, después de escribir un libro sobre María, ésta se le apareció y le dijo: Bene scripsisti de me (has escrito bien sobre mí). No sé si tendrá la misma dicha P.M. Lamet, pero no sería yo quien pusiera objeción a ese encuentro y esas palabras. En esta obra él viene a hacer de amanuense, pues es la propia María la que narra en primera persona su historia, desde los once años hasta la muerte de Jesús. Sabedor de que no se dispone de materiales para escribir una biografía de María, el autor se ha propuesto darnos su reconstrucción personal de la fisonomía humano-espiritual de la madre del Señor.

Son 20 capítulos, de título brevísimo (artículo y sustantivo), en que María rememora muchas experiencias y revive los episodios evangélicos contados por Lucas, Mateo, Marcos y Juan. Al hilo de la narración se entreveran anticipaciones de palabras y relatos de Jesús, recreados por Lamet; algunas de estas reconstrucciones no están exentas de estupendas sorpresas para el lector que, cuando hojea los evangelios, quizá tiende a resbalar sobre esos pasajes, de puro conocidos. Hay en el conjunto un logrado juego de fidelidad y creatividad. Así cobra espesor la vida de Nazaret, donde discurre buena parte de la historia recordada por María en estas páginas.

El autor ha ensamblado sus cualidades narrativas y poéticas. El libro está escrito con fina sensibilidad, conocimiento del ambiente y usos de la época, lenguaje rico y salpicado de fresco castellano coloquial. La construcción es bastante lineal, como propia de un diario, pero surgen muy acertados enlaces de escenas. Maria conjuga, en este diario, experiencia íntima y hechos exteriores, a cuya hondura de sentido nos invita a asomamos. Topamos en nuestra lectura con inesperados hallazgos poéticos, y hay algunas páginas que difícilmente dejarán de despertar la emoción. No se trata de mero preciosismo literario, pues en no pocos rincones salen a nuestro paso reflexiones sapienciales e intuiciones teológicas de calidad sobre el camino de María y nuestro camino humano y teologal. A través del relato de Lamet nos asomamos a la fe de María, vivida como plena confianza en Dios y total disponibilidad ante él, a su amor esponsal y su ternura materna, a su amistad, a su servicialidad, a sus preocupaciones y sufrimiento, todo ello en las varias etapas de su peripecia vital.

No vamos a revelar aquí cómo se reescriben momentos que pueden presentar particular dificultad; como la Anunciación, o el nacimiento de Jesús. El autor no los soslaya como quien huye de un reto demasiado temido. En la obra aparecen, ya se ha dicho, todos los motivos marianos esenciales propuestos por los evangelios.

PM. Lamet, en una especie de “epílogo galeato” (pp. 249-251) indica cuál ha sido su pretensión: reconstruir el rostro de María en la propia alma a partir de las referencias bíblicas y el fruto de la propia contemplación (p. 249) y confiesa que el libro es fruto de muchos años de reflexión y meditación. Ojalá los destinatarios de la obra obtengan la ayuda que el autor espera que preste: entre los creyentes, hacerles la figura de María más inteligible, humana y cercana; interesar también a agnósticos sin prejuicios. Bien lo merece. Hay unos pocos despistes que deberían ser subsanados en otras ediciones. Señalamos tres:

En p. 18 debe decir “Jacob”, el hermano gemelo de Esaú, en lugar de “Isaac’; en la nota 41 (p. 156), debe decir “tres años”, en lugar de “trece años”; las tinajas de las bodas de Caná no eran de seis metretas, sino de dos o tres (Jn 2,6). Nos extraña también la ubicación de la región de Samaria en el mapa que aparece al final. Esta región debe figurar encima de Judea (p. 253).

Felicitamos, junto al autor, a la editorial Belaqva, por la pulcra edición y encuadernación de esta obra, a la que auguramos una amplia difusión.

Pablo Largo Domínguez

 

 

REINADO SOCIAL


 

 

MARÍA DESDE CERCA

 

Conociendo de cerca la obra poética y narrativa de Pedro Miguel Lamet, lo que se podía esperar era exactamente que el autor se acercara alguna vez a una criatura tan apasionante y sugestiva como lo es María, la Madre de Jesús.

El autor se ha atrevido ahora a esta cercanía porque también a él le ha llegado la hora de imaginarse una vida de la Virgen de la que no se nos han dado muchos detalles, pero que su ponemos marcada por un destino singular y sumamente trascendente.

Lamet entra en la vida de esta mujer y la compone de manera que nos resulte cálida, in mediata y absolutamente posible. No hay en ella más secreto que el que trajo consigo el milagro de su maternidad.

La Virgen no es en esta visión de Lamet una sabihonda que ya sabe de antemano cuanto le va a suceder a su hijo y el significado que pueden tener esos acontecimientos. Al revés: María es la primera sorprendida. Es la que se hace más preguntas acerca de este hijo que se le ha dado, y la que más teme el momento en que se vaya de casa para entregarse a un destino del que él le habla a menudo. Pero mientras llega esa hora, ella irá aceptando la realidad tremenda y misteriosa que le acompaña. Y la entiende.

La Virgen María de la que nos habla poéticamente Pedro Miguel Lamet -sin devocionismos y sin pijerías espirituales- es una de las miradas marianas más verdaderas y sagaces que se le han hecho a la Madre de Jesús. ¡Una gloria de libro!

Eduardo T. Gil de Muro

REINADO SOCIAL / N. 872, Diciembre 2004.

 

 

 

Familia de Jesús


Cuando hablan los silencios

Decía Juan Ramón Jiménez que la poesía es una “casa de tiempo y de silencio que da al río de la vida”. Para un libro tan poético y tan lleno de auténtica unción religiosa como es Las palabras calladas de Pedro Miguel La (ed. Belacqve, Barcelona 2004, 254 pp.), vendría como anillo al dodo la citada definición:“casa” -arquetípicamente, la casa de Nazaret—, “de tiempo” -la vida oculta de Jesús, incluido el comienzo de su vida pública-, “y de silencio” —esos silencios que había entre Madre a Hijo, y que llenarían de sentido sus conversaciones—, “que da al río de la vida” -pues la obra que comentamos esté hecha de retazos de vida—.

Poner en pie lo que sería la vida de la Sagrada Familia en el quehacer cotidiano, y poner ese relato en labios de Maria, no era empresa nada fácil, ya que la imaginación pierde pie. La idea directriz del autor creo que ha sido desvelar, a través de la prosa poética, las vivencias de José, Maria y Jesús, durante aquellos mistoriosos años la infancia y juventud del Hlijo. El espíritu de observación del escritor lo ha llevado a aprovechar los datos del amor de pareja -cuando ésta es profunda y personal— y al amor entre padres e hijos, exponiendo sus manifestaciones en la vida familiar de Nazaret, de la forma más sublime y sencilla que imaginarse pueda, y sin dejar nunca de lado los rasgos da humanidad. El resultado as una pura maravilla, que proporciona una emocionante y tersa lectura.

Parece obvio que, si Jesús a lo largo da esos años “crecía en edad, sabiduría y gracia”, como reza el texto evangélico, esto implica que iba adquiriendo un conocimiento experimental de las cosas en el seno da su familia y en al día a día de Nazaret. Así, por ejemplo, el autor se imagina que Jesús, aparte de aprender carpintería do José, ejerció un tiempo corno pastor para cuidar las ovejas de un vecino. De ahí que, cuando  en su predicación expusiera la parábola del Buen Pastor, estaría hablando --sin duda— con buen conocimiento del tema. Otras cosas las aprendería por conversaciones con María —cómo se echa un remiendo sobre un tejido viejo, por ejemplo—. Si luego vemos a Jesús y a María invitados a las Bodas de Cané, parece obvio suponer que conocían de antes a los novios; y así se nos presenten los hechos en el libro.

Yo destacarla un capítulo: “El trigo”. Y un pasaje: la explicación y aplicación que Jesús hace a su Madre de las Bienaventuranzas. Y una frase -síntesis de todo la obre, puesta en labios de María—: “Yo bebí los primeros sorbos do lo buena nueva”.

Recomiendo vivamente este libro por lo mucho que puede darnos de humanidad, y de amor a sus personajes. Si algún peligro tiene, es que no se nos caiga do las manos, y así no seamos capaces do interiorizar de golpe tenta belleza. Mejor leerlo a capítulo  por día, para saborearlo, y también pera que su lectura nos dure más.

He atrevería e rogar a Pedro Miguel Lemet que se anime a escribir su continuación: Vida pública de Jesús — Pasión - Pentecostés y Primera Iglesia — Tránsito de Marie y Asunción al cielo — Coronación.

Puestos a imaginar, ¿dónde se podría cortar todo ese tesoro de palabras que “María guardaba en su corazón”? Como Ella misma dice en su relato, hablando también por su Hijo, “nuestras mejores palabras eran las palabras calladas”

Fernando Rodríguez—Izquierdo y Gayola

Universidad de Sevilla

 

 

 

WEB ARCHIMADRID


 

   "Hará las delicias de quien lo lea"

María es un pozo sin fondo del que continuamente pueden sacarse cosas nuevas. Con este libro de Pedro Miguel Lamet se demuestra una vez más que la realidad habla a cada uno según la capacidad que tiene para interrogarla. Se sabe muy poco de la Virgen: el Evangelio es escueto y las diversas tradiciones, más o menos apócrifas, apenas aportan información. Sin embargo, la experiencia demuestra que cuando se bucea en ese corazón de Madre, se aprende mucho. No son pocos los que, en la ya larga historia de la Iglesia, han contemplado desde el corazón de María. Pero, aunque san Bernardo había dicho aquello de que nunca se hablaría suficiente de María, son pocos los autores que logran decirnos algo, si no nuevo, al menos de una manera nueva.
Es conocida la facilidad de pluma de nuestro autor. En otros libros ha plasmado con rigor y poesía diferentes historias. En estas palabras calladas, que son como un diario de la vida de María, recrea a partir del Evangelio la vida de la humilde mujer de Nazaret que fue predestinada por Dios para ser la Madre del Verbo Encarnado.
El libro está escrito en primera persona, en forma casi de diario, y lleno de referencias al Evangelio. Por contraste aparece la figura de Jesús que aprende, en la vida de aldea, y a la sombra de su madre, muchas de las imágenes que después utilizará en parábolas o que construirán sus enseñanzas.
El autor no oculta su fidelidad al dato revelado, pero se deja conducir también por su imaginación, repleta de cuadros luminosos y sugerentes que hacen que este libro no sólo sirva para la lectura de los creyentes sino también de todos los que, sin prejuicios de ninguna clase, quieran acercarse a la Mujer por excelencia.
Pedro Miguel Lamet, que ha prodigado su pluma y estilo en otras biografías, nos señala que este libro es fruto de muchos años de reflexión y meditación, y que lo dedica a la Virgen, “que llenó mis jóvenes años de idealismo y de ansias de entrega”.
El libro está repleto de unción y hará las delicias de quien lo lea. Esta obra consigue actualizar un género, el de la hagiografía, que había gozado de mucho éxito en épocas pasadas pero que, lamentablemente, había caído algo en desuso. Felicitamos por ello al autor y recomendamos vivamente su lectura.

Juan Hernández

 

http://www.archimadrid.es/actbibliografica/2004/10/00paginas/09.htm

           

         

 

 

Comprar este libro online

Las palabras calladas
Diario de María de Nazaret

3ª edición

Editorial: Belacqua
Colección: Pensamiento
Páginas: 253
Cubierta: Cartoné
Precio: 15 Euros

Comprar